Virginia Cesena
¡Hola!
¿Has oído hablar del moodboard?
Últimamente se oye por todos lados, así que si quieres estar a la última y aprender cómo hacerlo, sigue leyendo…
Hoy en el blog de Ahse te explico en qué consiste, además de mostrarte varios ejemplos, trucos y muchos tips para convertirte en un experto en esta técnica.
Moodboard es una palabra inglesa que significa algo así como “muro de inspiración” y es una herramienta que utilizamos todos los creativos para empezar con nuestros proyectos, ya sean de moda, diseño de marca, interiorismo o home staging.
Durante mis estudios en la Universidad (ya ha llovido desde entonces) en la Escuela Massana de Barcelona, el moodboard era un clásico en todos nuestros proyectos, siempre empezábamos con uno para definir ideas, colores, materiales y estilos.
Al principio lo hacíamos de manera artesanal ¡qué recuerdos!
Fotografías by Pinterest.
Me encantaba tocar los materiales, crear composiciones, jugar y superponer las imágenes.
Luego, se incorporó el ordenador y pudimos hacerlos digitalmente de manera mucho más cómoda.
Actualmente sigo utilizando esta herramienta en todos mis proyectos de interiorismo residencial, así como en los proyectos de interiorismo experiencial de venta o alquiler.
¿En qué nos pueden ayudar los moodboards?
En primer lugar, nos inspiran y nos ayudan a decidir durante el proceso creativo, a seleccionar los materiales, los colores, e incluso a elegir las piezas durante las compras.
Nos enfocan en lo verdaderamente importante, ayudándonos a avanzar de manera más rápida y segura durante todo el proceso creativo, haciéndolo más efectivo y mucho más agradable y divertido, además de visualizar de un solo plumazo nuestros proyectos.
Y por si fuera poco, nuestros clientes estarán encantados con esta herramienta, pues el moodboard les ayuda a entender cómo va a quedar su vivienda y se sienten más confiados, seguros y tranquilos durante el proceso, dejándonos trabajar más libremente.
Hay muchos tipos de moodboard, tantos como personas, espacios, ideas, proyectos o clientes.
Se pueden dividir o clasificar según su formato, en artesanos o digitales.
Moodboard artesano, foto by Pinterest.
Moodboard digital, by Virginia Cesena
Según su diseño o la tipología del proyecto que tengamos entre manos, un moodboard puede ser inspiracional, espacial o técnico.
Inspiracional:
Su objetivo es inspirarnos a través de una idea global de un proyecto.
Es algo más abstracto, libre y desenfadado, y lo solemos utilizar cuando empezamos un proyecto desde cero.
Moodboard inspiracional by Virginia Cesena
Espacial:
Esta tipología es perfecta para explicar con más detalle un espacio, creando una imagen con profundidad a modo, casi, de renderizado en 3d.
En ella podemos visualizar las proporciones y la distribución, así como los materiales, colores y piezas de mobiliario que utilizaremos en nuestro espacio.
Moodboard espacial by Virginia Cesena
Técnicos:
Se suelen acompañar de planos técnicos, memorias, descripciones o dibujos, donde se complementa la información.
Este tipo de moodboards se utilizan para trabajar espacios o diseños más específicos o concretos, donde se necesita más detalle y profundización en el proyecto.
Moodboard técnico by Virginia Cesena
¡Sigamos!
Te comparto ahora los 4 pasos que utilizo yo para para hacer mis moodboards, para que puedas hacer el tuyo tú mismo:
1. Titulo y palabras clave:
Lo primero que hago es pensar en la idea principal que quiero transmitir, puede ser un estilo de decoración, un espacio en concreto, una emoción, una época del año…
Para ayudarte puedes también hacer una lista de palabras clave, y cuando las tengas, seleccionar y quedarte con unas pocas, 4 o 5.
Ahora puedes jugar con la tipografía, los colores, el tamaño o su posición en el moodboard.
2. Recopila imágenes:
Tanto si lo haces físicamente como digitalmente, ha llegado el momento de recopilar información.
Puedes hacerlo a través de apps como Pinterest o instagram, buscando por palabras y creando carpetas para guardar toda la información.
La información puede ser:
Imágenes.
Retales de revistas.
Texturas y materiales.
Objetos.
Elementos naturales.
Emociones o sensaciones…
¡Todo es bienvenido en este proceso!
Juega con los espacios, los tamaños, la posición, y dale rienda suelta a tu imaginación.
Este momento es uno de mis preferidos, ¡es mágico! Sientes como llega la inspiración y todo se va concretando.
3. Agrega tu paleta de colores:
Crea tu paleta de colores, tu propia combinación de colores que encaje con la idea que tienes en la cabeza, con el espacio y con lo que quieres transmitir en él.
Puedes crear una paleta más neutra o si lo prefieres, incluir algún toque de color. Inspírate en apps como Pinterest.
Por aquí te dejo algunas Apps para que les eches un vistazo y practiques:
Canva, Photoshop, Color Spire, Paletton, o Color Grab.
4. Filtra y elige:
En este proceso iremos decidiendo cada imagen, textura, color y material que hemos elegido previamente y nos preguntaremos si es necesario e indispensable que estén en nuestra selección definitiva.
Esto nos llevará tiempo pero es imprescindible hacerlo conscientemente, ya que, de lo contrario, no nos servirá de nada todo lo que hemos hecho hasta ahora.
Una vez lo tengamos claro, lo fijamos a un soporte, si es artesano, o a nuestra hoja, si es digital.
Ahora puedes jugar con la composición, los elementos, la orientación, hacerlo más ordenado o darle un aire más informal.
Moodboard by Virginia Cesena
No hay una regla fija, mueve los elementos y juega sin miedo, habrá un momento en el que verás claro donde te gusta dejarlos.
Un consejo: intenta dejar espacios para que tu moodboard respire y busca siempre el equilibrio en la composición.
¡Creatividad en el soporte!
Si tu moodboard es artesano, puedes elegir un soporte para fijar todos tus elementos.
Hay infinidad de opciones, desde tipos de papeles, cartones o superficies rígidas, como las maderas y cerámicas, pasando por corchos o telas más ligeras y tensadas.
Por aquí te dejo algunas ideas y ejemplos que he encontrado por las redes para que te inspires.
Imágenes by Pinterest
Elijas el que elijas, lo importante es hacerle una buena fotografía para tenerlo a mano cuando quieras consultarlo durante el proceso creativo.
Espero que te sirva y te animes a realizarlos, ya verás…¡enganchan!
